Si se cumple su profecía, pronto quedarán obsoletos y sumamente retro los conceptos de consumismo y de propiedad; e irrumpirán con fuerza los conceptos de intercambio y consumo colaborativo. La era digital, en ese sentido, ya está actuando como motor de cambio, propiciando que demandemos ahora servicios donde antes consumíamos productos físicos (no queremos el CD, queremos spotify; no queremos el libro físico, queremos el acceso a una biblioteca; no queremos un coche o una bici, queremos un servicio que nos los ofrezca cuando los necesitemos). Algunos ya afirman que esta nueva tendencia social desciende el consumo pero aumenta el crecimiento económico.
¿Nos encontramos ante una moda efímera? ¿Una etiqueta bohemia de un cierto lifestyle? O quizá, ¿una esperanza para un cambio de modelo más humano, eficiente y equitativo?...