En el Museu Marítim de Barcelona visité hace unos días una pequeña exposición dedicada a "Antonio Benaiges, el maestro que prometió el mar". En un espacio íntimo y emocionante, se recrea una de las aulas de la España de los años 30 en la que enseñaba este maestro rural. Sus métodos pedagógicos intentaban poner algo de luz y esperanza en las míseras vidas de sus alumnos, unos niños de la escuela rural de un pueblo de Burgos.En invierno de 1936, hablaron del mar y los niños le dijeron al maestro que no lo habían visto. Él les animó a escribir sobre cómo lo imaginaban y les prometió que en verano los llevaría a su casa familiar, en Cataluña, para verlo. Pero eso jamás sucedió. El estallido de la guerra civil truncó ese sueño... y acabó con su propia vida.
Emocionante y valiosísimo este homenaje luminoso y al mismo tiempo desgarrador, a toda una generación de maestros republicanos, y a los educadores, en general.