En invierno de 1936, hablaron del mar y los niños le dijeron al maestro que no lo habían visto. Él les animó a escribir sobre cómo lo imaginaban y les prometió que en verano los llevaría a su casa familiar, en Cataluña, para verlo. Pero eso jamás sucedió. El estallido de la guerra civil truncó ese sueño... y acabó con su propia vida.
Emocionante y valiosísimo este homenaje luminoso y al mismo tiempo desgarrador, a toda una generación de maestros republicanos, y a los educadores, en general.