
"Sonrió comprensivamente. Era una de esas raras sonrisas con una cualidad de eterna reafirmación, con la que te puedes cruzar cuatro ó cinco veces en la vida. Encaraba el mundo, o parecía encararlo por un instante, y después se concentraba en ti con un irresistible prejuicio a tu favor. Te comprendía justo tanto como tú querías ser comprendido, creía en ti como te gustaría creer en ti mismo, y te aseguraba precisamente que tenía la impresión de ti que, en el mejor de los casos, esperabas generar".
Sí, como dijo de esta novela Murakami, "El Gran Gatsby", de Scott Fitzgerald, "es una novela magnifica, y pertenece a ese tipo de literatura que siempre te nutre”...