En estos días de libros, mucho se habla del e-book y de la amenaza que representa para el futuro del libro en papel. Recientemente, escuché a Angel Gabilondo (escritor, ex-ministro y una de esas personas a quien podría estar horas escuchando), decir que la supervivencia del libro en papel está garantizada por la propia sensualidad de los objetos. Por nuestra necesidad de "rodearnos de objetos bellos, con historia, sin necesidad de hacer de ello un ritual, pero valorándolos y dejando que nos arropen".
Aunque el mundo editorial se tendrá que adaptar a convivir con el libro digital, seguramente encontrará su salvación en cuidadas ediciones que ofrezcan el libro en papel como un objeto bello, deseado, seductor en sí mismo.
Prometedor...
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