Ayer participé en un webinar. Salvo por el hecho de que se desarrolla a través de internet, un webinar es igual que un seminario: hay un ponente; hay unos asistentes; se sigue a través de
una pantalla el contenido de la charla; se pueden formular preguntar; e incluso hay una tecla que te permite levantar la mano!.
Entre otras cuestiones abordábamos una serie de tendencias en el nuevo paradigma de emprendeduría. Y al hablar del nuevo auge del on-off (es decir, la necesidad que finalmente tenemos de desvirtualizar tantas relaciones digitales y ponerles "rostro"), pensé que, después de todo, sí que tendría su aquél ver las caras de los participantes en aquel webinar.
Quizá fenómenos como "tapas and tweets" o las quedadas de blogueras ya anticiparon la tendencia, cuando empezaron hace algunos años a organizar los encuentros físicos para convertir el "hola ké ase" y el retuiteo en un apretón de manos y un par de besos.