Los países nórdicos siempre aparecen en los primeros puestos de los rankings que miden el bienestar y la calidad de vida, a nivel mundial. Son ellos los que inventaron el hygge; los que llevan años inspirándonos con su estética limpia, serena y minimal; y los que apuestan por servicios públicos de excelencia que el resto del planeta admira.
Alternativas que surgen y avanzan de la mano del renacer de valores colectivos, de la economía compartida y del anhelo que esta imperfecta humanidad tiene de nuevos y más genuinos modelos de relación...