Caminar por una alfombra natural mullida, hecha de hojas amarillas, ocres, y verdes. Sentir el crujido del bosque de castaños y alcornoques.
Pasear por una dehesa, y dejarse envolver por las encinas. Recoger castañas al amanecer, recién caídas, mojadas por el rocío de la mañana, apenas envueltas en su caparazón natural...
Este año el primer regalo que recibí llegó antes que los Reyes Magos. Y me lo hizo la naturaleza, en forma de paisajes maravillosos de colores cobrizos, ocres, verdes. La Sierra de Aracena, un lugar en el mundo, con cuyo recuerdo os doy la bienvenida a un año más de ladytacones...
Felices días nuevos.
