La semana pasada, celebramos una Conferencia internacional en Roma, en la sede de la FAO, donde los países participantes (Colombia, Guatemala, República Dominicana, Líbano y Moldavia)presentaron diferentes casos de estudio en ese ámbito. Pero más allá de las lecciones enriquecedoras aprendidas en la sistematización de las experiencias que presentamos, cuando ya nos acercábamos al final del Workshop, un sentimiento muy bonito surgió entre los participantes. Nuestros colegas colombianos (Carolina, Rafael, Mariana, Ignacio) nos emocionaron con pequeñas historias de desarrollo territorial en el marco de los Acuerdos de Paz (recordáis los diálogos improbables que os comenté?); Ilse, de Alta Verapaz, en Guatemala, nos contó con gran pasión y detalle, junto con Miguel, cómo el municipio ha conseguido unir esfuerzos institucionales para coordinar la atención a la conflictividad social, agraria y ambiental; Cintya no pudo asistir, pero se conectó desde República Dominicana; Olga, de Moldavia, agradeció todo lo aprendido en la Conferencia y cómo a partir de la experiencia de otros casos, el país puede construir cosas nuevas; Elias, Nancy y Serge , de Líbano, compartieron con nosotros la difícil situación de su país y los esfuerzos por avanzar en un país con una situación política y económica tan comprometida.
Una semana de intercambios, y sobre todo de encuentros físicos, no remotos.
Como la lógica de las redes siempre muestra, es a partir de las conexiones humanas donde se pueden generar avances...
