"El muchacho experimentaba una sensación de total armonía con la abundancia de la Naturaleza que la rodeaba. Inhaló profundamente y fue como si una parte de ese algo invisible que conforma la Naturaleza hubiera penetrado hasta el centro de su ser. Oyó el rumor del oleaje que rompía en la orilla, y fue como si su sangre joven se agitara al ritmo de las grandes olas marinas...".
"El rumor del oleaje", Yukio Mishima.
El libro más delicado de mi verano...
Camina, escribe, dibuja