No hay palabras para agradecer el apoyo de todas las personas que me han ayudado e inspirado en el nacimiento de mi pequeño nuevo proyecto. Y hoy quiero hablaros de ellas. Mi madre y mi hermana, que son mi consejo asesor más íntimo al que siempre consulto cualquier decisión y cuya opinión siempre necesito; mi pareja, entusiasta presidente de mi club de fans y paciente asesor; mi niño, que cuando mira mis dibujitos dice que le gustan, aunque no tengan ojos ni boca ni nariz; mi amigo Hogan que me escribió un día desde Londres convencido de que tenía que emprender este proyecto; mi mentor y amigo José Emilio, que siempre está ahí asesorándome en cualquier cosa que emprenda; mi amigo Ramón, que me recuerda que todos somos contingentes; Sofia, la modelo de mis fotos, que es tan guapa por fuera como por dentro y que ha hecho que mis camisetas luzcan aún más bonitas; mi amigo Josep Maria, el mejor director de arte del mundo, que me ha trazado a pincel el precioso logotipo de mi colección; mi incondicional Rocío, que me dio la sorpresa de ser mi primera compradora; y todos los amig@s que tengo la suerte de tener y que están compartiendo conmigo y con sus redes este pequeño proyecto como si fuera suyo.
A todos y cada uno de vosotros os quiero dedicar
esta canción de Jane Birkin, que me hace llorar cada vez que la escucho. Es una bonita canción grabada en una actuación suya en algún teatro, en algún lugar. Pero lo más emocionante para mí es la parte final, cuando deja de cantar y empiezan los agradecimientos. No hace falta saber francés para sentir la emoción.
Gracias a tod@s, querid@s.
