Ayer asistí, por segunda vez, a una convocatoria de
Movimiento en Blanco, una iniciativa innovadora y pionera en el mundo de las exposiciones artísticas, cuya artífice es la interiorista
Bárbara Aurell. Al terminar la presentación, conversamos brevemente con la artista invitada, la encantadora
Marina Guiu, quien además de ilustradora, es actriz. Compartía la conversación mi amiga
Grela Bravo (escritora, gestora cultural y fotógrafa) y yo misma (consultora, ilustradora, collagista...). Qué sé yo. Lo cierto era que empezamos a hablar de que cada vez somos más los que tenemos varias profesiones (recordáis
este otro post?) y se está consolidando esta nueva tendencia que han traído los "tiempos líquidos" de los que habla Bauman, en los cuales en nuestro portfolio conviven
diferentes perfiles profesionales. Algunos de ellos más consolidados, otros más recientes; algunos más lucrativos, otros más vocacionales... Y hablábamos también de la dificultad que ello conlleva a la hora de presentarnos en público o de decidir, por ejemplo, qué poner en nuestras tarjetas de visita.
¿Qué somos?
Un reto ante cuya magnitud muchas de nosotras, por el momento, hemos decidido optar por la calle de en medio.
