Esta nueva política europea va a estar orientada a la resolución de problemas relacionados con el "crecimiento innovador", y va a basarse en las sugerencias expresadas por la profesora Mariana Mazzucato en un Informe en el que propone una nueva gran idea fuerza a partir de la cual podrían girar todas las inversiones en el ámbito de la innovación en la UE en los próximos años: las misiones.
Las misiones son definidas por el Informe Mazzucato como oportunidades que aumentan el impacto de la investigación europea en temas de relevancia social; y, al mismo tiempo, captan la imaginación de los ciudadanos en la resolución de desafíos complejos (tales como aire limpio en nuestras ciudades, acceso a tecnologías digitales, mares sin plásticos, mejora de los servicios públicos, tratamientos de salud asequibles...).
A la espera de ver cómo finalmente ese nuevo concepto se plasma en los próximos años en la legislación y la planificación estratégica europea, dos hechos me parecen relevantes. El primero, que haya sido una mujer quien, por primera vez, lidere una propuesta de esta envergadura en la agenda de innovación de la UE; y, la segunda, que haya apostado por ofrecer una nueva narrativa, fresca, inspiradora y aspiracional, a una Europa tan necesitada de levantar la vista.