“En esos tiempos sin crisis en la construcción, los ancianos de las grandes ciudades miraban las obras. Comentaban los
progresos de tal bloque, los errores de este otro… En esos tiempos felices yo
siempre pensaba que los periódicos deberían incluir una sección de crítica de
edificios hecha por nuestros abuelos. Ahora ya no hay obras y esos abuelos de
antaño se han dispersado. Están tan desconcertados como nosotros que nos hemos
quedado sin piropos”.
Empar Moliner, en Marie Claire Marzo.