El martes acudí a la proyección de los cortos seleccionados en la edición de este año.
Allí encontré miradas poéticas de artistas franceses, argentinos, ingleses, españoles... Entre ellos, mi hermana, que participaba con dos piezas delicadas y bellas.
Imágenes, tipografías, danzas, poemas. Voces. Videocreaciones. Hechas todas ellas este año 2020. Durante el confinamiento. Con la materia prima de la confusión, la melancolía, la esperanza, el humor, o la tristeza. Desde tantos rincones diferentes... Y, sin embargo, tan parecidos.