A medio plazo, tal y como evoca
Nick Bostrom, un filósofo que advierte sobre los peligros de la "
superinteligencia", no será difícil imaginar que, al cruzarnos por la calle con alguna persona, podamos saber automáticamente una enorme cantidad de información sobre su personalidad, su oficio y sus gustos. Es decir, asistiremos a un nuevo concepto de la reputación.Y las aplicaciones de la
realidad aumentada y la fusión entre mundos reales y virtuales, nos permitirán saber, entre otras cosas, a qué se dedica.
Inquietante este futuro inmediato, al que, por otra parte, le deseo suerte y mucha paciencia para dar una información precisa y suficientemente sintética sobre aquéllo a lo que nos dedicamos muchos, que hoy en día, navegamos por diferentes mares, al margen de etiquetas, clasificaciones, o
tarjetas de visita...
Buenos días, y buena suerte.
La folie.
Camina, escribe, dibuja
