Fue en una sesión de trabajo muy interesante, con personas de todo el mundo, en la que participé hace unas semanas, Hablábamos de cómo conseguir hacer ciudades más sostenibles, equitativas, justas. Conocí a personas sabias, expertas y encantadoras. Entre ellas a Nandan, profesor de arquitectura en una universidad india quien compartió conmigo una pequeña historia que me gustaría contaros en estos días que nos aproximan al final de un año y al inicio de otro nuevo...
En una lejana ciudad de la India existe una fábrica donde se engarzan diamantes. El valor de cada una de esas pequeñas piedras que cada día manejan decenas de trabajadores, como podréis imaginar, es incalculable. Y, sin embargo, y contra toda lógica imperante, el dueño, de manera consciente y decidida, tomó su decisión, hace ya mucho tiempo, de que no introduciría en sus instalaciones cámaras de vigilancia que rompieran la lealtad que existe entre todos los que forman parte de la organización.
El capital social.
El valor de la confianza.
La verdadera smart city.
¡Feliz Navidad para todos!