Qué personaje tan delicado crea Penélope Fitzgerald en "La librería". En un momento dado Florence Green escribe una carta que comienza así: "Un buen libro es la preciosa savia del alma de un maestro embalsamada y atesorada intencionadamente para una vida mas allá de la vida y, como tal, no hay duda de que debe ser un artículo de primera necesidad".
Amén.