Junto a ello, Morgan está activamente implicado en la difusión de los principios de una disciplina, que viene a poner esperanza en estos momentos pandémicos, y que se alinea con una nueva agenda global sobre el Bienestar que ha emergido. La economía del bienestar propone poner énfasis en aquellas partes de la economía que tradicionalmente han sido las "cenicientas" del sistema, según él las llama, y que sin embargo representan cosas muy esenciales para nuestra vida, tales como la alimentación, la energía, la vivienda social, el apoyo a iniciativas locales, la salud o la atención a nuestros mayores.
Y, para ello, ese modelo propone un conjunto de métricas, que no son las del PIB del pasado, sino que miden cómo están las personas y el planeta.
Tan sencillo.
Tan difícil.