Comencé el año de la mano de este libro, la trilogía "Las chicas de campo" de la fascinante autora irlandesa Edna O'Brien. Todo un descubrimiento su manera de escribir, y viajar de su mano a la Irlanda profundamente católica y rural de los años 50, y, de ahí, seguir el hilo de las vidas, las ilusiones y las frustraciones de sus dos chicas de campo protagonistas, contadas a corazón abierto.
Como dijo John Berger, las novelas de Edna O'Brien son absolutamente memorables porque su genialidad procede del dolor mismo de la memoria"...
Un libro que no deja indiferente.