Nota mental paseando estos días por la playa de la Caleta. Si alguna vez hago el libro de Cafés que me inspiran, Camina, escribe, dibuja en Cádiz, no olvidar incluir el Café La Marina (para tomar un café con leshe y con shurros a primera hora de la mañana, y deleitarse con la gracia y el genio de los gaditanos al empezar el día); el Café de Levante, recoleto y acogedor; el Café La Clandestina, para tomar un capuccino entre libros; o el café junto a San Felipe Neri, para tomar un mollete de jamón ibérico en su escalinata.
Mención aparte las tapas en El Faro o las tortillitas de camarones en la Taberna Casa Manteca, para el aperitivo o la cena.
Cái.
Arte.