
Cuando vuelves de vacaciones suele suceder que tu maleta es más pesada de lo que lo era cuando te fuiste. Es el peso de tu yo en bikini y relajado, que vuelve contigo a casa, pero que, a diferencia de ti, deberá permanecer empaquetado hasta el próximo verano. En la vida que comienza en septiembre no habrá lugar para él... (O sí).