Hace unos meses compartí una conferencia con el responsable de Comunicación de la Fundación Monjes Budistas del Garraf. Al final de su intervención, leyó este proverbio anónimo. Un faro que puede alumbrar los mejores propósitos de un año nuevo:
“Siembra un pensamiento
Recoge una acción.
Siembra una acción
Recoge un hábito
Siembra un hábito
Recoge un carácter
Siembra un carácter
Recoge un destino”