Es funcionaria de uno de nuestros más insignes ministerios.
Es conocedora en profundidad de las finanzas españolas, de los fondos europeos,
de las interioridades de la administración. Pero se siente poeta. Hace un
tiempo, al asistir a un taller de escritura, descubrió que la poesía la hacía subir en una dulce noria de
emociones. Y ha decidido que de ahí ya no se baja. En horario laboral sigue cumpliendo
su labor técnica con la eficacia de siempre. En sus horas libres vuela de
la mano de su imaginación y sobre un papel en blanco.
Es Alma. Y como todo lo que ha permanecido oculto durante
mucho tiempo, sus renglones desprenden sentimientos a borbotones...