Hace apenas unos días, el periódico The Guardian publicaba un informe de un think-tank británico en el cual se afirmaba que el sector público podría ser el próximo “Ûber”, aludiendo a la posibilidad que las nuevas tecnologías también abren para contratar los servicios de médicos o profesores mediante encargos puntuales cuando se necesiten. Lo llaman la "gig economy", o la economía de los pequeños encargos, que avanza sobre la base de contrataciones puntuales a profesionales independientes, en función de necesidades concretas; y es consecuencia directa de la digitalización de la economía y la flexibilización laboral que ha traído consigo.
¿Un aviso a navegantes? ¿Una alarma desproporcionada".
Quizá una buena oportunidad para que en todas las organizaciones se acometa una profunda reflexión sobre la necesidad de revisar procesos, capacidades y formas de trabajar que avancen hacia modelos más innovadores y competitivos en el nuevo entorno digital global, móvil e hiperconectado.
Are we ready?