Cuando nació ladytacones, como algunos recordaréis, se presentaba así: "Ladytacones camina por las calles de la ciudad ajena. Lleva consigo un cuaderno, un libro y lápices de colores"...
Amante como soy de los cuadernos, grandes compañeros de viaje que siempre me acompañan, qué privilegiada me sentí la semana pasada cuando pude asomarme a los cuadernos de artista que utilizó Picasso en diferentes etapas de su vida, y en los cuales recogía bocetos, apuntes, aproximaciones del natural, e incluso primeros esbozos de cuadros de Velázquez o Goya a los que admiraba y estudiaba. Están expuestos en el Museo Picasso de Barcelona y corresponden con su etapa de niñez y juventud, en el tiempo en que vivió con su familia en Coruña y en Barcelona, y posteriormente en Madrid.
Al parecer, Picasso nunca se desprendió de sus cuadernos.
Tampoco yo lo hago de los míos.
Como decía Susan Sontag, un cuaderno es un "vehículo para mi sentido de identidad...". Y como decía el gran Oscar Wilde "Nunca viajo sin mi diario. Hay que tener siempre algo sensacional para leer en el tren".