Coincide con la tendencia al alza de reducir nuestra ansia consumista de cosas que realmente no necesitamos. En Suecia, por ejemplo, hay ya un vocablo, el köpskam, que alude a la la vergüenza de comprar, un comportamiento que busca reducir la compra de ropa por el alto coste medioambiental que supone estar a la moda.
Recibí el libro hace unos días, porque, sí, esa compra es un impulso que no pude resistir. Y confirmo que, además de ser en sí mismo toda una inspiración y una genialidad, es una delicia.