"Journal de dehors" fue el libro que elegí cuando mi madre me quiso hacer un regalo, hace unos días, al descubrirle la deslumbrante librería barcelonesa "Finestres". Había leído a su autora este verano y promotora como soy del "camina, escribe, dibuja", no podía sino sentirme atraída hacia ese diario del exterior de la flamante Premio Nobel, quien entre otras cosas escribe: "el hipermercado ofrece tanto sentido y verdad humana como la sala de conciertos"; "... puede que yo busque algo sobre mí a través de ellos..."; "me doy cuenta de que busco siempre los signos de la literatura en la realidad"...
